Chapeau. Soberbio.
Es fácil decirlo y muy
difícil conseguirlo, pero las ponencias van a más. El nivel va in
crescendo.
Pero, que cosas tiene la
vida. El día que menos afluencia de asociados tenemos y se presenta una
ponencia interesantísima. Una ponencia que representa o mejor dicho afecta al
80 por 100 de las empresas españolas.
El ponente, Juan José Barceló Bellver de IFEDES, ha sido claro, conciso y ameno. Nos ha hecho un
planteamiento que nos ha sabido a poco.
La presentación del acto ha
correspondido a Julio Gallardo, de Valora Prevención, quien no se ha
limitado solo a presentar al ponente sino que nos ha dirigido unas palabras de
ánimo para la consecución del objetivo de la asociación.
No podemos dejar de señalar
que hemos echado de menos a algunos de los habituales, que por circunstancias
laborales no nos han podido acompañar. Seguro que a la siguiente no fallan.
Sintético y claro se nos ha
expuesto que el reto para las empresas familiares es que
los roles de familia, propiedad y empresa se involucren en diferentes valores,
metas y acciones que a veces son conflictivos.
Los tres roles principales en una organización controlada por una
familia son: Familia, Empresa y Propiedad. Este modelo muestra la
forma en que estos roles se pueden superponer o coincidir. Todos los miembros
de toda la familia pertenecen al círculo de Familia, pero algunos de los
miembros nunca serán dueños de acciones del negocio familiar, ni trabajarán
ahí. Por parte del círculo de Propiedad pueden estar incluidos miembros de la
familia, inversionistas y empleados. El círculo de Empresa puede incluir a
personas que sean o no miembros de la familia.
La definición fácil del concepto
empresa familiar mantiene que son compañías creadas y gestionadas por una sola
familia. Hasta aquí la definición es correcta. Sin embargo en la práctica se
materializa de formas distintas, y debe incluir el aspecto de la sucesión.
Así, en el contexto profesional se define empresa familiar como
“aquella cuyo patrimonio y gobierno está ejercido por los miembros de una o
varias familias y su objetivo estratégico comprende la continuidad de la
empresa a manos de la siguiente generación familiar”.
Sus fortalezas son claras; la transmisión de los valores y la cultura
familiar al entorno laboral, la cercanía con el cliente, la flexibilidad y la
capacidad de planificar a largo plazo se encuentran entre ellas. La empresa
familiar se concibe como un proyecto de vida de varias generaciones.
En cuanto a sus debilidades, la principal radica en la dificultad para
conseguir financiación, especialmente ahora que el crédito está restringido por
la recesión económica. Las familias empresarias tienen una alta aversión al
riesgo porque su propio patrimonio está en juego. Por ello, su capacidad de
crecimiento puede verse limitada.
En definitiva, un tema interesantísimo y donde la mayoría de los asistentes nos vimos reflejados.
Para finalizar, quiero hacer una mención especial, un agradecimiento
muy afectuoso a dos miembros de la Junta, de la Asociación, que amen de
grandísimas profesionales, repito grandísimas profesionales, cada una en su
campo, como asi lo acreditan en todas nuestras reuniones de trabajo, están
siempre pendientes de que todo esté perfecto. Pendientes de hasta el último
detalle… la recepción de los asistentes, imprimir cuanto sea necesario,
preparar y organizar el catering que degustamos tras la charla, etc., etc..
Es todo un orgullo colaborar con ellas. Marcan la diferencia. Y son, como todos
sabréis, María José Martínez y Almudena Mora.
Recordar a quien esté interesado en pertenecer a la asociación que tiene toda la información en la página web www.apymep.es. Animaros.
Fotografías: Juan R. Contelles
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