jueves, 21 de septiembre de 2017

20 de septiembre… la ley.


La actuación policial acaecida ayer 20 de septiembre, por orden de un juzgado, concretamente el número 13 de Instrucción de Barcelona, y denominada “operación Anubis” va a suponer un punto de inflexión en el problema catalán. Ha supuesto un golpe de efecto y cambiado la tendencia de cuanto estaba ocurriendo en Cataluña.

En esta operación, por lo que se ha podido saber, la Guardia Civil  se ha incautado de papeletas, censos y afiches publicitarios del ilegal referéndum, cogiendo a toda la cúpula del independentismo catalán con el pie cambiado, por la sorpresiva actuación policial, agravada con una serie de detenciones.

Detenciones policiales, por orden judicial, con el siguiente balance:

Detenidos por sus ideas: 0
Detenidos por ser independentistas: 0
Detenidos por posibles delitos tipificados por ley: 14

Hay que tener muy claro estos datos ante las manifestaciones vertidas por el Sr. Puigdemont e Iglesias, porque en este país, en España, no hay presos políticos.

Me atrevería a decir, con todo el respeto a su memoria que, el último preso político que hubo en España fue Miguel Ángel Blanco.

Desde mi modesto punto de vista esas declaraciones del Sr. Iglesias son de una gravedad extrema. Sabedor, por su preparación academia y como docente, que los detenidos lo han sido primero por una orden judicial y segundo, en calidad de la presunta comisión de un delito de desobediencia, prevaricación, sedición y malversación de fondos públicos. Sus detenciones no han sido por su ideas, como lo prueba la instigación, cánticos y gritos que la gente vertía en la calla ante la actuación de la Guardia Civil.

Y si esto fuese poco motivo de escándalo, no podemos olvidar que este mismo señor (Iglesias) se permite calificar las detenciones efectuados como presos políticos y en cambio se niega a condenar y calificar como tal las detenciones de los miembros de la oposición política en Venezuela. Paradójico.

Lo que ha pasado en este fatídico día es lo normal en un Estado de derecho como es España y que tiene instrumentos para defender la democracia frente a esta técnica golpista posmoderna que ha sido el 'procés'

El Sr. Puigdemont, Junqueras, la Sra. Forcadell, Gabriel y resto de diputados independentistas, fueron quienes hace dos semanas liquidaron en el Parlament, el orden constitucional y estatutario, sin escuchar a los letrados de la Cámara ni el criterio del Consell de Garanties, y pisoteando los derechos de los diputados de la oposición. Fueron ellos y nos otros los que conculcaron la autonomía catalana “de facto”.

Y no será porque no estaban “avisados”  cuando la semana pasada, las cuatro grandes asociaciones de jueces, de signo ideológico diverso, publicaron un comunicado conjunto en el que se afirmaba que el Govern había perdido el carácter de autoridad al rebelarse contra la norma constitucional, por lo que ya “no tiene que ser obedecido”.

Estos mismos jueces también decían otra cosa sobre la que deberían hacer reflexionar las personas que estos últimos días han intentado obstaculizar la labor de la Guardia Civil bajo mandato judicial: la desobediencia que desprecia las normas jurídicas "no es un acto heroico sino totalitario".

No obstante siguen vendiendo victimismo, manipulando y adaptando la realidad a sus intereses. Engañando a los conciudadanos cuando en declaración solemne, el President de la Generalitat (que no Presidente de Cataluña, cargo político que no existe),  se permite calificar lo ocurrido como desmesurado, denunciando la "suspensión del autogobierno" y el "estado de excepción". Algo que como se ha indicado, de haber ocurrido ha sido por su propio proceder. Y persistiendo en su idea de transgredir la ley con la celebración del referéndum.

Olvida el Sr. President de la Generalitat, y resto de acólitos independentistas, donde visto lo visto, incluyo a Pablo Iglesias, Ada Colau y Xavier Domènech, que la Justicia no es un pilar más del Estado de Derecho, es el pilar fundamental de cualquier democracia. Atreviéndome a decir que sin justicia no hay libertad.

La Justicia es la responsable de garantizar la balanza de lo justo, siendo el contrapunto a los eventuales abusos de poder.

La Justicia es la columna vertebral del Estado de Derecho, hoy, mañana y siempre. Basta recordar la máxima del escrito romano Cicerón, cuando sentenció que “somos esclavos de las leyes para poder ser libres”.

Desde la Revolución Francesa que se acuñó el lema de “libertad, igualdad y fraternidad”, el acceso a la aplicación imparcial y eficiente de la ley es una de las bases de una democracia moderna como sistema de gobierno. La premisa de toda democracia es que todo ciudadano es igual a otro en el momento de emitir su voto; de igual forma lo son ante la aplicación de la ley.

No puede existir igualdad en la emisión del sufragio, si no la hay también frente al imperio de la ley. En otras palabras, si no existe justicia no existe democracia.

Por último, recordar a la Sra. Forcadell, que en Cataluña no ha habido un golpe de estado por parte del gobierno de España. Como muy bien dice Josep Borrell “en Cataluña hay un golpe de Estado de un régimen neodictatorial”, como se escenificó el pasado 6 de septiembre en el Parlament de Catalunya.

Y por favor, no insulten la inteligencia de todos los españoles. Lo que ha ocurrido este 20 de septiembre es tan sencillo como que se ha aplicado la Ley. Todos estamos sometidos al imperio de la Ley.



1 comentario:

  1. Absolutamente de acuerdo.Yo si se lo que es vivir 2 golpes de Estado y un intento aquí en España , y se que la Democracia en España empezó saliendo elegido SUÁREZ..agradecida de enviarme este comunicado !!

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